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La dimensiones del amor y el amor melancólico

Actualizado: 12 feb 2021

¿Alguna vez te has enamorado? Supongo que sí, el amor es uno de los sentimientos más comunes que tenemos en la experiencia humana pero, ¿Has amado? Si bien, todos creemos haber experimentado el amor, la realidad es que con cada nueva experiencia que tenemos nos acercamos más y más a esa emoción.


A pesar de que el concepto del amor cambia dependiendo de la zona geográfica y el tiempo histórico, en Occidente hemos atado al amor con el sufrimiento, gracias –principalmente-, a los cantos que los trovadores difundían en los poblados; idealizando amores imposibles entre un caballero errante y una dama de la alta sociedad que no podían ser felices más que en sus fantasías y en imaginario de aquellos que escuchaban estos relatos.


En Occidente esta idea está inserta en nuestras venas, por ejemplo, en los libros, la música y las películas constantemente vemos que los personajes que más sufren realizan más sacrificios por el ser amado. Por lo tanto, interpretamos que el que más sufre es el que más ama.


¿Qué pasa cuando Occidente y Oriente se unen? ¿Cuándo dos formas de ver un concepto tan humano se embarcan en una relación? Estas son una de las interrogantes que nos presenta la ópera de 1904 compuesta por Giacomo Puccci: Madama Butterfly.



El oficial de la armada estadounidense, B. F. Pinkerton se dirige a Nagasaki, Japón con la intención de adquirir una esposa japonesa para experimentar la vida doméstica mientras realiza trabajos en ese país. Una vez este termine regresará a EE. UU. donde encontrará una esposa "de verdad", una mujer americana.


Uno de los diálogos más interesante de esta parte del libreto es cuando el oficial B. F. Pinkerton le dice al cónsul Sharpless: no sé si es amor o solo es un capricho. Este diálogo nos deja ver qué el tener un amor, o más bien una aventura, con una mujer de otro país no es más que una excentricidad que, dada a su posición, se puede dar el lujo de tener. En este caso el oficial Pinkerton se adentra a esta experiencia con el plan estructurado para vivirla. La respuesta del cónsul hacia el cuestionamiento de Pinkerton es bastante interesante ya que le trata de advertir que en la sociedad japonesa el matrimonio se ve de forma distinta, es un compromiso único y para toda la vida, advertencia que el oficial no escucha.


En su plan “perfecto” Pinkerton no contaba con que Butterfly se iba a entregar en cuerpo y alma al compromiso adquirido, sacrificando todo incluso su religión y su aceptación social y familiar por un hombre desconocido en el que confiaba ciegamente ya que, en su ilusión, él había adquirido el mismo tipo de compromiso que ella con las mismas motivaciones. En este caso el personaje de Butterfly entra a esta relación desde un anhelo de una niña de quince años con poca experiencia en el mundo real.


En estos dos personajes vemos dos formas muy humanas de adentrarse al amor, con un pleno cálculo de la situación propia, y otra con la entrega total e ingenua.