¿Arte o arte?
Estimado lector:
Vivimos en una sociedad en la que estamos acostumbrados a hacer categorías de todo, y el arte no es la excepción. Durante muchos años, éste se ha orientado para servirle a diferentes clases sociales. El Arte, así con mayúscula, se considera como un arte culto, proveniente de y para la alta cultura, se considera como el “arte verdadero”, el arte digno de museos. Obviamente ha sido relacionado con la clase dominantes, la clase con mayor poder adquisitivo, como los mecenas -en su tiempo- y actualmente los galeristas y los coleccionistas. Aquí entraría todo aquel arte que tiene una mayor carga estética y menor valor funcional como lo es la pintura, la escultura, el grabado y en general todo el arte que ha sido academizado, institucionalizado o legitimado.
Por el otro lado tenemos el arte que ha sido asociado a las clases sociales dominadas, conocido como un arte funcional, orientado a satisfacer ciertas necesidades de identificación colectiva, a este tipo de arte se le llama arte popular, bajo arte o arte así con minúscula. Éste no es un práctica que involucre instrucción académica por parte del artesano y el conocimiento técnico normalmente pasa de abuelos a padres y de padres a hijos. Este engloba artículos como la loza, los textiles y demás objetos utilitarios.
Imaginemos que todos los objetos están un balanza, en uno de los platos tenemos la carga funcional y en el otro la carga estética, en términos generales, los objetos que está más orientados al plato funcional se les conoce como arte popular o arte mientras que los objetos que están en el plato de la carga estética serán lo que se les llama arte culto o Arte. Claro que en ambos casos hay piezas que se salen de esta regla, por ejemplo los diseños exclusivos de alguna importante casa de modas.
Pero no todo el tiempo fue así, en realidad este tipo de pensamiento es relativamente actual, ya que en la Edad Media los artesanos se dedicaban a hacer piezas de lujo para los nobles y papas al mismo tiempo que hacían piezas para las el común de la sociedad, pero, sucedieron muchas cosas que ocasionaron este cambio.

Antes del periodo de transición entre el Gótico y el Renacimiento los artistas trabajan en talleres porque las piezas no se firmaban individualmente y para muchos no significaba nada poner el nombre del autor. Sin embargo poco a pocos, lo creadores empezaron a buscar reconocimiento individual autografiando sus creaciones y el tener la firma en las piezas provocó un giro de 180 grados en el arte ya que, permitió tener la figura de un autor que busca su individualidad, introspección y una exploración técnica propia, por ejemplo todos sabemos que la escultura de La Piedad la hizo Miguel Ángel gracias a la pequeña firma en el cintillo de la virgen con su nombre escrito.
